En muchos sitios he leído cómo a la gente le llegan las mejores ideas. A algunos durmiendo. En lugar de contar rebaños de ovejas, piensan y... o se duermen o se les ocurre algo maravilloso. A otros según usan el transporte público. Hay quienes afirman que en la ducha y en algunas películas o series de TV hemos visto cómo el protagonista relaciona una imagen o hecho con la solución que veía y de ahí sacaban la trama.
Vale... muy bonito. Reconoceré de antemano que, en largos viajes de tren, más de una idea se me ocurría para el trabajo Me las apuntaba en un papel. Unas pequeñas palabras y ya seguiría. Otras veces caminando, haciendo deporte, etc... y de muchas maneras.
Pero... las soluciones de verdad salen observando, observando y observando.
Vale, en voz bajita lo reconoceré. Cuanta menos presión mejor. Una idea feliz y un estado de estrés no son demasiado compatibles (quizá por eso se nos ocurren cuando más relajados estamos).
Quizá sea por eso por lo que, cuando la situación la tenía controlada en el trabajo, me ha gustado observar y observar. Unas veces aprendía algo nuevo. Otras... encontraba la solución de algo que buscaba precisamente entonces.
Me remonto muchos años atrás. Trabajaba a turnos en un servicio externalizado.
Era turno de tarde y debía ser finales de primavera pues había un sol increíble a eso de las ocho de la tarde. Todas las tareas rutinarias del turno estaban hechas desde hacía rato y habían surgido muy pocos imprevistos que solucionar.
Me paseo por la nave y me quedo mirando una y otra vez una zona de picking.
Aparentemente tenía la disposición habitual que tendría en cualquier otro sitio. En la práctica, se le podía sacar mucho más jugo.
Era una zona con muchas referencias y las piezas venían en bandejas de corcho que se ponían sobre gravities. Un carretillero las aprovisionaba por detrás y por gravedad caían. Cabían tres de cada referencia (de las de mayor consumo había al menos dos ubicaciones posibles).
Las estanterías con los gravities estaban en forma de "cápsula. Era un rectángulo donde solo se podía entrar desde ambas esquinas para meter los contenedores vacíos o llenos. Un operario dentro recibiría las órdenes de qué pieza poner en cada posición del contenedor final que se enviaba a cliente y, cuando se vaciase un corcho de los de seis piezas, le saldría en su terminal y lo confirmaría.
Sin embargo había cosas "diferentes".
Una de ellas era que, como en todo este tipo de estanterías, la zona superior se destina para el retorno de los corchos, con los gravities en sentido inverso para que el carretillero los recoja. Así estaban pero no los usaban. Como les sobraba algo de tiempo y los carretilleros no iban muy sueltos de tiempos, los vacíos los movían a un palet, los apilaban y cuando estaba el palet completo, el carretillero se lo llevaba entero.
O sea, la parte superior no se usaba en absoluto.
La segunda era que, debido a prototipos, modelos especiales, etc... había muchas referencias de muuuuuuy bajo consumo. Estas estaban dispuestas en un rincón. Se iba poco allí pero era muy farragoso conseguir la pieza cada vez que tocaba por la disposición de material.
Me quedé un buen rato mirando los desplazamientos del operario que hacía el trabajo. Miraba el teléfono móvil por si acaso había alguna llamada para intervenir en otro sitio pero no la hubo. Eso me permitía seguir mirando, mirando y con la observación llegué a una conclusión de mejora.
Yo allí, ni cortaba, ni pinchaba. Era de una contrata. Sin embargo, con el responsable del turno tenía muy buena relación, y si podía echarle una mano, ahí estaba.
Le llamo por teléfono:
- Oye... ¿Puedes pasarte por esta zona?
- ¿Qué sucede?.
- Nada urgente. Solo que he visto una cosa que quizá te pueda interesar.
Acude por ahí y le explico lo que había visto:
- ¿Para qué querían la altura superior?. Teóricamente para retorno de corchos pero habían definido un flujo diferente.
- ¿Y si lo usaban para las referencias de menor uso?. Siempre mejor una zona con cierta altura (incómoda) que una zona donde casi había que rebuscar (muuuuuuuy incómoda). Donde además, podían ponerle "nombre y apellidos" a las ubicaciones nuevas que creasen.
El responsable del turno tomó nota y sé que lo planteó ante su jefe y compañeros en la siguiente reunión donde se juntaban todos.
Con unas llaves tipo Allen y un ratito, se le daba vuelta a todo y se aprovechaba un espacio inutilizado para tenerlo todo más ordenado.
Ni transporte público, ni conciliando el sueño, ni paseando, ni en la ducha..... observando, observando y observando.
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