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Alejandro Serrano


Alejandro Serrano

jueves, 11 de febrero de 2016

5S RADICAL... Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio




Curiosa la iniciativa que tuvo el responsable de LEAN Manufacturing de la fábrica.

Había conseguido un alto grado de estandarización en conceptos como fábrica visual. Los colores de los carteles quizá fuesen un poco anticuados. Una vez le pregunté el por qué y me dijo que eran todos estándares. Que se había planteado cambiarles la imagen (colores, tipo de letra) pero que tendría que cambiar los de toda la fábrica, que no lo quería paulatinamente... y cierto era que cumplían su acometido.

Y... dio una vuelta de rosca más a las 5S en la fábrica. Todo, todo, todo absolutamente tooooodo debía tener su sitio. Cualquier herramienta, cualquier material, cualquier cosa que ocupara un solo centímetro cuadrado del suelo (o de la pared, si estaba en un gancho) debía estar señalizado de forma estándar. Lo más correcto era con un cartel y el contorno que ocuparía.

Estaba cansado, me dijo, de ver por ahí prototipos de los que nunca más se sabía de ellos, herramientas de las que se habían sacado los recambios más útiles y nos olvidábamos y una vez, hasta una traspaleta olvidada que pertenecía a un departamento de la otra punta de la fábrica y no lo habían echado en falta.

En consecuencia nos pasó una circular y dio las siguientes órdenes a su gente:

1- Cada vez que se viese algo que aparentemente no estuviera en su sitio, se le pondría una cartulina roja informando del hecho, la fecha y lo anotarían en un listado.

Si veíamos algo en nuestra sección con esa cartulina, íbamos y echábamos un vistazo a lo que era.... A veces incluso tenía su sitio y era una manera de tenernos en alerta constante de que todo ordenadito y mejora continua de cara a la sección. Si algo sistemáticamente estaba desordenado... igual había que buscarle otra ubicación, no???. Síntoma de un problema era

2- Si un material llevaba cinco días con la tarjeta roja, lo anotaban en un listado y se lo llevaban a un almacén. Si alguien echaba algo en falta (y vi a gente echar algo en falta y preguntar) le decían que lo tenían allí y podía ir a recogerlo. Lo siguiente... a ordenarlo en condiciones, lógicamente

3- Si pasados diez días (más los cinco de antes, o sea, tres semanas) nadie lo reclamaba, se achatarraba fuese lo que fuese. Cualquier material que estuviera sin uso en la fábrica durante tres semanas... muy importante no era y le sacaban el precio de la chatarra.



Al final... fue muy poco lo que se llevaban. La iniciativa continuó aplicándose pero en apenas un par de meses consiguieron cambiar la filosofía de la gente porque sabían que, o eran ordenador, o solucionaban los problemas de desorden o sabían dónde acababa el material.
Es más... la última vez que achatarraron algo... fue a petición de uno de mantenimiento que les dijo que se le había quedado obsoleta una pequeña máquina y que directamente se la daba para no tenerla por ahí dando vueltas.


Cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa

(esto último... si había un sitio que sistemáticamente estaba señalizado pero vacío, también preguntaban por ello pero hablaré en otra entrada)

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