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Alejandro Serrano


Alejandro Serrano

miércoles, 27 de julio de 2016

Ejemplos de flexibilidad horaria III



y.... el ejemplo de flexibilidad horaria en un entorno industrial.

Pondré varios.

1- Empresa que opera todos los días del año. Por motivos de costes le es barato trabajar los fines de semana pero por convenio tienen pactado descansar un fin de semana de cada dos. Así pues, la plantilla trabaja un fin de semana de noche, descansa otro, trabaja otro de mañana y descansa otro. Por las tardes apenas hay un retén con un turno especial para mantener la maquinaria operativa.

La propuesta de la empresa era de turnos correlativos para maximizarlos, o en su lugar, proponer trabajar 12 horas, computando como pluses extras y haciendo que se trabajasen menos horas entre semana.

Después de negociar aceptan un horario de diez horas. El turno de noche empezaría a las ocho de la tarde y el de la mañana estaría hasta las cuatro de la tarde. Habría cuatro horas con máquinas paradas simplemente donde mantenimiento podría trabajar en ellas.

Sin embargo, sí que conocí calendarios especiales donde se habían organizado para turnos de doce horas en el mismo sitio.

U otra persona que tenía pactado trabajar un fin de semana entero y luego la siguiente semana trabajar el miércoles de mañana, irse a su tierra y volver el lunes por la mañana para trabajar por la tarde. Lo hacía una vez al mes.

Al margen de estas peculiaridades, y más aplicado para toda la plantilla, cosas que he visto muy habituales son las de aceptar la empresa tener hasta un determinado número de días de paros por falta de pedidos y que la plantilla los cobre íntegros y que luego los tenga que recuperar los fines de semana por horas extras.... o al revés, exceso de pedidos y, con un mes de preaviso, obligatoriedad de acudir un viernes noche, sábado mañana o lo que pidiera el calendario como si de un día laboral normal se tratase, y poder elegir si cobrarlo como horas extra en la nómina o como días de descanso (prorrateados al mismo precio que la hora extra) pactado con su jefe en fechas.

Casos en los que hay que amoldarse. Pues sí.... la gente querría trabajar de lunes a viernes pero hay veces que se reciben unos picos de pedidos que, si no se aceptan, alguien los aceptará y se pondrá en situación más ventajosa. Y otras veces en que no hay pedidos y, o llegamos a un acuerdo o echamos la llave.


o.... ¿Qué agricultor no sale a trabajar cuando la cosecha está perfecta y se intuyen tormentas o cuando hay alguna inclemencia y luego se queda en casa el día que llueve y no se puede trabajar en el campo?


A otro nivel, es parecidito.


martes, 26 de julio de 2016

Ejemplos de flexibilidad horaria II



Un segundo ejemplo de flexibilidad horaria que no tiene que ver con la industria....

Un empresario gestionaba un camping. Aprovechaba para abrirlo para Semana Santa y estaba abierto durante toda la semana. A partir de ahí, iba a su ciudad donde tenía la residencia entre semana y los fines de semana y puentes abría el camping hasta mitad de junio. A partir de entonces abría todos los días hasta mitad de septiembre donde aprovechaba para solo fines de semana y, pasado el día del Pilar, echaba la llave al camping hasta el año siguiente.

En algunos fines de semana de primavera/otoño solía estar él solo pero en temporada alta contrataba a alguna persona.

Acabada la temporada hacía números. Había estado trabajando sin descanso, de lunes a domingo durante 16 horas diarias. Se levantaba a las ocho y ya preparaba la cafetería pues, aunque los campistas solían desayunar en sus tiendas o caravanas, alguien que estuviera de paso podía parar allí. Aprovechaba para prepara la piscina cuando menos gente estaba en el bar, para regar por la tarde, para limpiar según qué cosas, etc... tenía unas tareas que hacía a unas horas determinadas o bien delegaba en las personas que tenía consigo. Comía y cenaba todos los días en la propia cocina sabiendo que igual le tocaba interrumpirla para hacer de refuerzo y el segundo plato se lo comía frío pero era lo que había.

Como digo, hacía números. Iba a cerrar el camping para casi seis meses consecutivos. En uno de ellos se iría de vacaciones a algún destino diferente cada año. En el resto, simplemente aprovechaba para estar en su ciudad y disfrutar con su familia y sus amigos.

Su comentario era el mismo: "yo trabajo 1.800 horas anuales como todos y los números me salen. Repartidas de una forma muy peculiar, pero las mismas horas a fin de cuentas".

Y razón no le faltaba.

lunes, 25 de julio de 2016

Ejemplos de flexibilidad horaria I



En los entornos industriales es cada vez más común trabajar con "flexibilidad horaria". Sí, todos querríamos trabajar a un horario determinado y unos días prefijados pero.... a veces hay que arrimar el hombro y, al igual que algunas profesiones tienen incidencias que marcan el ritmo (por ejemplo en construcción dependen de si llueve o no para hacer alguna obra y en agricultura de cómo ha crecido la cosecha para salir a trabajar antes o después, pudiendo marcar las vacaciones), resulta que como consumidores no compramos por igual todos los días del año. Que habrá unos meses donde compremos más ropa, más alimentación, otros bienes, vacaciones, etc... y eso hace oscilar mucho los pedidos de otras empresas.

Existen empleos estacionales pero, como muchos deseamos, en la mayoría de los casos que se puede, se aboga por empleo indefinido, con los pros y contras que conlleva.

En el sector industrial empieza a ser cada vez más común ver empresas que ponen flexibilidad laboral. No obstante no es excluviso y quería compartir algún ejemplo NO industrial.

En plena crisis, una pequeña tienda de ropa habitualmente contrataba personal de refuerzo para el mes de diciembre, el que más vendía de todo el mes, pero sabía que en febrero y marzo las ventas bajaban muchisimo.

La tienda abría de 10 a 22 de lunes a sábados más algunos festivos de diciembre que cobraban como horas extras. Los empleados trabajaban a turnos mañana y tarde, poniendo el "extra" de las horas en fin de semana y cumpliendo con sus 40 horas semanales.

Vistos los números, el acuerdo al que llegaron fue el siguiente:
Durante el mes de diciembre la plantilla entera trabajaría de abrir a cerrar con una sola hora para comer en el propio centro comercial. La comida iba por cuenta de la empresa (no era mucho económicamente, entre semana sobretodo, los menú del día son baratitos y un buen gesto hacia los trabajadores). Se turnaban para ir a comer en las horas que menos demanda tenían pero estaba la plantilla completa desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche. Se turnaban quiénes "abrían" (acudían un cuarto de hora antes) y quiénes "cerraban" (hacían caja, limpieza, orden de todo el género para que al día siguiente estuviera impecable).

Y así de lunes a sábado.... y los domingos que les tocó abrir que fueron bastantes. Vamos, que el día de nochebuena que cerraban antes y en Navidad cerraban por completo, descansaron de lo lindo pero aún quedaba parte de la campaña de navidad y el inicio de rebajas.

Pasó el follón y.... simplemente volvieron a sus turnos habituales. Habían pasado todo el follón metiendo más horas que el reloj en el trabajo y la empresa no había contratado a nadie.

Sin embargo en febrero literalmente sobraba la mitad de la plantilla. La empresa les dio un mes remunerado a la mitad de ella y otro mes a la otra mitad en marzo (y luego sus vacaciones anuales correspondientes, por supuesto). Durante ese mes, algún día, jornadas maratonianas les tocó a los que quedaban pero desde luego era otro ritmo.


¿Es lo deseable?. Desde un punto de vista de organización empresarial, la verdad es que no. Desde un punto de vista de conciliación de vida personal quizá menos aún.

Pero tampoco le era deseable, ni a empresa, ni a trabajadores, tener que contratar gente para un mes y luego presentar un expediente de extinción de empleo durante otro mes. Perdían ambos.

Y mira... si los consumidores somos así, que vamos a comprar antes de navidades y los primeros días de rebajas.... es lo que hay. Algunas compras las planificamos, otras son más "del momento" y las empresas y sus trabajadores se tienen que amoldar a cuando hay trabajo.


jueves, 21 de julio de 2016

Lo barato.... sale caro



El primero que lo certifica, y profesionalmente, soy yo mismo.

Situación real: lanzamiento de un nuevo proyecto. Muchas máquinas nuevas, muchos recambios, etc....

Era esperable que los ingenieros que habían diseñado el proceso, conjuntamente con las empresas de maquinaria especializada con las que habían trabajado, de cada máquina hubiera siempre una "titular", una de recambio y luego, informáticamente, estuviera todo codificado para que una petición a almacén por código interno llevase un proceso "normal". Esto incluía también a los recambios y "piecerío" de dichas máquinas.

Situación que me encuentro: De una de las máquinas no había recambios ni estaba codificada. Se empieza a trabajar con ella y, como no estaba bien calculado uno de los parámetros, sufre un sobredesgaste y la parte que estaba en contacto con el producto dura dos semanitas.
Y no había recambios.

Llamo al ingeniero para decirle la situación. Mientras tanto nos habíamos arreglado con una pieza parecida que nos permitía llegar a especificaciones pero con trabajos adicionales.

Al día siguiente tenía recambios lo cuál me hizo sospechar.... y los recambios duraban apenas un día, si acaso dos.

¿Qué sucedía?. Pues que los había comprado en una tienda de bricolaje conocida de vuelta al trabajo y pasado la factura al departamento a ver si así salíamos del paso.

No es que fuesen "malos" los productos de esa conocida tienda, pero digamos que no es lo mismo una herramienta que pueda tener yo en casa para mis tareas domésticas y que usaré de ciento a viento que una herramienta que tiene que estar operativa las 24h y sufre un desgaste increíble. Cuando una empresa te cobra mucho más por esos recambios es porque ya cuentan con que no se van a usar ocasionalmente sino que van a tener un uso intensivo.

Me enteré de casualidad el motivo del sobredesgaste y tuve una conversación con el responsable de todo.
Le aclaré, no solo el problema que se había generado por no tener recambios (que los sabía) sino el impacto que tenía y los recursos adicionales que se consumían de la compañía por una carencia.


El problema se solucionó.... pero es de los problemas que, por buscar un arreglo intermedio (recambios domésticos y no industriales) podría haber salido caro.


En definitiva.... lo que tenga en mi caja de herramientas seguro que no le vale al jefe de mantenimiento (valer, le valdrá, pero le durará dos días)





miércoles, 20 de julio de 2016

Señales, hoteles low-cost y estandarización en fábrica



Estandarización.

La mayoría de las señales de tráfico son comunes en todos los países. Tanto que hay foros, blogs, etc.... que indican señales curiosas o incluso diferencias entre países (tamaño de las señales, tamaño de las líneas de tráfico)

Estuve en una fábrica donde los carteles eran poco atractivos. De metacrilato de amarillo chillón y letras azules. Sí, contrastaban mucho pero ni el tipo de letra era atractivo.
Lo consulté con el responsable de mejora continua y me dijo que para gustos los colores aunque era cierto que los carteles llamaban mucho la atención. Sin embargo venían de un motivo histórico. Eran idénticos  los primeros que se habían puesto en la fábrica cuando se abrió. Se habían puesto nuevos y siempre siguiendo el mismo patrón. Se deseaba la estandarización y, de cambiarla, tendría que ser después de tomar una decisión en firme de un nuevo diseño para ir reponiendo carteles según procediese o los nuevos que se hiciese y sabiendo que después de unos cuantos años se podrían encontrar con que seguía habiendo dos tipos de carteles (por el hecho de que algunos llevarían ahí más de diez años y la información que tenían era válida y no era necesario cambiarlos). Vamos, que ya no era el coste económico sino también el de la "desestandarización".

Conocí a una persona que tenía que viajar bastante. Su jefe lo enviaba a visitar una zona concreta cada semana. Le podía decir que se centrase en tal y tal ciudad (y ya tenía una lista de los sitios que debía visitar en esa zona). Simplemente le marcaban las prioridades que iban teniendo y que el viernes reportase lo que tenía en las oficinas. Hacía más kilómetros que el correcaminos y no sé si se había comprado más de una guía Michelín de las veces que las habría usado. Ir a una "zona" ya se lo sabía de memoria pero ir a un punto concreto, a mirar en el mapa las carreteras concretas.
Me comentó que tantos días fuera de casa acababan por confundirle y optó por una opción.... elegir una conocida cadena de hoteles sencillos y pedir siempre habitación impar. El motivo es porque esos hoteles eran idénticos en todo. Daba igual la localidad, la típica cadena de hoteles low-cost, que para una noche le sobraba (a veces llegaba después de cenar y se iba nada más desayunar) y.... en sitios muy dispares vio la misma cama, habitaciones de ubicaciones exactas, misma ubicación del cuarto de baño (motivo por el que pedía siempre impar, las pares eran simétricas, no idénticas) y.... hasta el mismo cuadro en la pared y mismo florero en la mesita.
Lo que para muchos podría parecer monótono, esta persona lo apreciaba. Si un día estaba en una ciudad y al día siguiente a 200 km, prefería coger un hotel donde tuviera la sensación de no haberse movido del sitio.

Son solo detalles de lo que hace la estandarización.

Entras en un entorno industrial y, podrá ser más acertado o menos el criterio visual (he visto algunos empresarios que han elegido hasta decoradores para las oficinas!!!!) pero si se decide que la zona de almacén de marca con líneas de cinco centímetros de ancho, veinte de largo y se deja un metro entre marca y marca.... se hace tal cuál pero en todas las zonas de la planta.

Si se dice que las zonas de peligro, de negro y amarillo de tal grosor, que sea el mismo.


Es importante acostumbrar al ojo a unos símbolos, unas marcas, unas líneas, y que significan lo mismo sea donde sea en la fábrica.


Y si puede estar documentado.... y que el documento esté "vivo", o sea, actualizándose cada vez que hay una casuística nueva, mejor!!.


jueves, 14 de julio de 2016

Agua, solo agua y nada más que agua.




Por supuesto en verano o días de calor, pero también en invierno, hay momentos en los que a todos les apetece beber algo para refrescarse y saciar la sed.

Nada..... diez segundos pero no deja de ser una necesidad física.

Sin embargo, en todos los sitios por los que he pasado, una norma básica: el agua en botellines de agua mineral transparentes.
Si alguien quería una cocacola u otro refresco, seguro que podía esperar a la pausa del café. En línea de montaje se permitía tener agua y se ponían incluso sitios habilitados para depositar el botellín sin que se cayese al suelo y el empleado lo tuviese muy a mano.

Que bebiese agua era lo más normal del mundo.... yo mismo lo hago mucho en verano y es altamente recomendado por autoridades sanitarias.

Pero insisto. Agua y en botellines transparentes.


¿Conocéis la situación esa de poner otro líquido en una lata porque es lo primero que hay a mano y alguien le acaba echando un trago?
Pues cuando realmente se da el caso, te pones un poquito más serio.


Toda norma tiene su excepción..... un empleado me pidió traer de su casa un termo pequeño por el motivo de que en verano el agua se quedaba más fría. Rompía todas las reglas, por supuesto, pero a los problemas.... soluciones.
Miré el termo, le pedí que escribiese la palabra AGUA en el mismo y que lo usase depositándolo siempre en los lugares establecidos.

==> lo que preocupaba de esos recipientes es que no ves si el interior es transparente o "turbio" (que hace pensar que es todo menos agua). Lógicamente, disolvente, alcohol y algunos otros líquidos son transparentes. Ahí venía la norma número dos para el personal de mantenimiento: usar recipientes apropiados y nuuuuuuuunca un botellín de agua para cualquier tipo de líquidos.

Una norma complementaba a la otra.





martes, 12 de julio de 2016

Los horarios siempre son ajustables....




Sí, siempre son ajustables los horarios.

El problema de trabajar a turnos es que los horarios son muy rígidos. La ventaja.... que hablando se entiende la gente.

Situación real que me encontré. El equipo de fútbol de la ciudad jugaba un partido muy importante justo antes de un puente. El turno de tarde pregunta si es posible irse dos horas antes para poder ver el partido pues la expectación era alta.

El director de producción accede con la siguientes condiciones:
- Se irían antes ese día dos horas antes y también la siguiente semana que les tocase de tarde
- La siguiente semana que fuesen de mañanas acudirían a trabajar cuatro horas al principio del turno. Madrugón y a media mañana se fueron juntos a almorzar
- No se pagarían pluses de festivo ni horas extras por estos cambios.


Accedieron todos, se largaron ese día a ver el partido, otro fin de semana pudieron planificar quedar a cenar pues llegarían antes a casa y a cambio tuvieron que ir cuatro horas de madrugón un sábado (muchos vivían en las proximidades de la fábrica así que el desplazamiento no les era problema).

No había más arranques o paros que en condiciones normales. Esto es, el turno de noche era el que normalmente cerraba la semana con el turno de viernes noche. En esa ocasión, a la hora de irse, sus compañeros les relevaron durante cuatro horas más.

Ya se habían hecho las cuentas, no había ningún pedido que preocupase en cuanto a entrega, los objetivos se cumplían y...... se pudieron organizar para perder el evento en la televisión.

Hablando y negociando se pueden conseguir muchas cosas



PD. La parte "negativa" de todo es que el equipo perdió, aunque eso ya queda fuera de lo que es el entorno industrial.


lunes, 11 de julio de 2016

Dime cómo me mides y te diré cómo me comporto....



Esta frase anterior es del magnífico autor E.Goldratt!!...... aunque también podría titular la entrada simplemente "gato escaldado, del agua fría huye".

Una vez vi una "jugada" financiera y de objetivos de producción.
Un director de producción venía ya "escocido" de varios meses donde no había superado el objetivo mensual por los pelos. Poquita cosa pero la diferencia entre números rojos y números verdes.

Dio la orden de que las cuatro últimas horas productivas del último turno del mes se guardasen en almacén y computasen a partir del primer turno del mes siguiente.

Para entonces sabía que ESE mes lo tenía en números verdes seguro y con eso se guardaba un poco de ventaja respecto al mes siguiente.

Adicionalmente había otra ventaja que se ganaba.... el pacto con proveedores era de pago a treinta días después de utilizar la mercancía. No se usaban plazos más amplios como en algunos sectores (no voy a citar casos pero creo que muchos sabemos que hay plazos de 90 días y de más. Estos solo eran de 30 pero a producto usado, no a albarán recibido).
¿Qué significaba eso?, pues que si conseguía que parte de la producción computase al día siguiente, a efectos de proveedor, solo tardaba un día más en pagar pero a efectos contables conseguía que ESE mes, había gastado menos en materia prima.


Ingeniería financiera pero.... no dejaban de ser objetivos a cumplir, y había que sacarlos.... que como dijo Goldratt.... dime como me mides que....



jueves, 7 de julio de 2016

Los cambios de estado de la materia: solidificación, evaporación.....





Llevaba ya un tiempo con "tiras y aflojas" con el departamento de logística. Era temporada de mayor número de pedidos y en una semana ya iban vaaaaaarias veces que me venían diciendo que había que sacar cuanto antes un pedido porque era "urgente".
¿Qué sucedía?, pues que el camión estaba en la puerta y ese pedido pendiente de ser sacado.

Tanto que un buen día le dije al Jefe de Logística que "urgencias al hospital". Que yo recibía de su departamento todos los días el programa de producción y lo cumplíamos. Que si llegaba un camión para un pedido y los productos no estaban pero nosotros habíamos fabricado lo que se nos había pedido.... que mirase a ver dónde estaba el problema, y que habíamos dejado de parar la producción para hacer un cambio de línea y sacar unos cuantos pedidos que los querían para "ya". De poco me servía haber conseguido logros con SMED si se me iban a la basura por cambios de lote innecesarios por una  planificación indebida.

A los jefes de equipo les di órdenes de que, en mi ausencia, solo admitiesen "urgencias" de determinados pedidos que sabía que podían poner en aprietos a la empresa si no se cubrían (vamos, que un error humano lo tiene cualquiera y como sabía cuáles eran los que podían tener mayor impacto, si tenían esos errores, que para eso estábamos, pero para pedidos que valía más el cambio de maquinaria que lo que se facturaba por ellos.... se esperaban. No obstante, no nos sorprendía a ninguno. Ya tenían un medio de doble verificación y nunca hubo "urgencias" con los pedidos más relevantes).

Y dejamos de tener urgencias durante un par de semanas. Yo aliviado porque a veces me entraban ganas de ponerme un traje de quirófano cuando me venían con esa palabra.


Y a los quince días un responsable de logística me llama por teléfono con la misma palabra: urgencia.

Juramento por mi parte y me voy a su oficina.

Me saca el pedido, miro qué estábamos fabricando y le digo que hasta inicios del turno de noche no se podría fabricar (era cuando estimaba que habría un pedido con bastantes similitudes lo que minimizaría los cambios a realizar).
No discute. Cuando le dije que hasta la noche nada va y me responde.... "pues déjalo, olvídate de él".

Yo le pregunto.... "pero ¿no era urgente?"

y me responde: "¿Tú sabes lo que es la sublimación?"


Eso ya me descolocó por completo. Bueno, era una persona que dentro y fuera de la fábrica (cuando quedábamos a comer o cenar los compañeros de trabajo y hablábamos de todo un poco) me descolocaba con sus comentarios, ocurrencias y metáforas que hacía.
Me quedé sin saber qué responderle pero sabiendo que algo había detrás.

No tardé en descubrirlo. Iban a enviar un camión no completo a un destino de centroeuropa y podían completarlo con lo que me había pedido dado que al camionero "le venía de camino" depositar allí parte de la mercancía.
Como vio que había dificultades para sacarlo de manera inmediata y el camión tenía que salir ya.... pues que me olvidase que lo metería en el siguiente camión a esa zona, que enviaban alguno cada semana.


Pero claro.... ante mi pregunta de "paso de urgente a innecesario", la respuesta fue la sublimación.

Curiosa explicación de cambios de urgencias de pedidos.







miércoles, 6 de julio de 2016

Si es muy complejo.... lo ignoro



Una clase cualquiera de una asignatura que a muchos no les habrá pasado desapercibida: Mecánica de Fluidos.

El profesor con una fórmula de sumas, multiplicaciones, fracciones, potencias, etc.... que ocupaba la pizarra entera. Lo uno, igual a lo otro. ¿Cuál era el resultado después de media hora de explicación?

Pues comienza.

- Esto es nulo dado que tal número es cero y.....
- Esto se anula con esto otro de la parte contraria, y tacha ambas partes.
- Esto lo conocemos. Y lo rodea (o sea, que simplemente a poner los datos que se tenían numéricos)
- Esto equivale a esta parte de aquí y se puede calcular

y..... esto es muy complejo y lo ignoro.


Y así de ancho se quedó. Ignoraba por completo parte de una fórmula.

Con el tiempo he visto que razón no le faltaba. ¿Sería el resultado correcto?. Pues no, pero posiblemente había que sacar hasta alguna integral para calcular lo que requería esa parte de la fórmula, todo para que aportase un +-2% al resultado final.
O sea, mucho tiempo para afinar el resultado total.
Si se dispusiese de medios (informatización, big data o algo parecido, pues vale) pero si se trataba de un examen donde se tenía menos de una hora por ejercicio..... había que ir al grano.

No le faltaba razón. ¿Cuántas veces tenemos doce problemas encima de la mesa y uno de ellos es solo la mínima parte de lo que nos preocupa y ahí lo tenemos en tareas pendientes?.
O se ignora (se puede hacer con educación, buenas prácticas, etc...), o se delega, o realmente lo dejamos para esos viernes por la tarde en los que no tenemos muchos planes para el fin de semana y aún tenemos la cabeza despejada. O sea, dos o tres al año.

El profesor no solo nos estaba enseñando mecánica de fluidos. Nos estaba enseñando a gestionar un diagrama de Pareto, nos estaba enseñando a distinguir lo importante de lo no relevante, etc...


Cada vez que se me han juntado cinco o más cosas de golpe y, una de ellas era la menor de mis inquietudes por más que requiriese una respuesta (a veces simplemente porque un sistema informático la requería y si no, enviaría un mensaje diario) he recordado esas palabras....

Hay muchos leones. No nos dediquemos a matar hormiguitas.





lunes, 4 de julio de 2016

Polígonos industriales.... esos rompecabezas




Sí, es lo que tiene. La mayoría de las fábricas están dentro de un polígono industrial. Algunas están de forma aislada pero son los menores casos.

Y a los polígonos industriales se les puede dedicar varias entradas y comentarios al respecto.
En muchos años he visto de todo, todo. Algunos muy cuidados, otros para salir del paso y otros donde se veía que en treinta años no había ninguna actuación en el mismo (señalización vieja, calles desgastadas, baches...)

La señalización de los mismos es capítulo aparte. Hoy en día con los GPS, no deja de ser peculiar que te llegue un camionero desde la otra punta de Europa y se plante delante de la fábrica para descargar sin necesidad de preguntar y sin embargo, como vayas sin GPS y pidas indicaciones, ya estás dando vueltas, vueltas, y vueltas que no aparece la empresa por muy grande que tenga el cartel y por planos que tengan a la entrada de los mismos.

Siempre me viene a la cabeza un polígono industrial que hay en Teruel. Cansados de "cale A", "calle B", etc.... optaron por renombrar todas las calles por ciudades donde la primera letra de dicha ciudad sería la de la calle (o sea, pasaron de "calle B" a "calle Berlín").

Es aquí
https://www.google.es/maps/@40.3631332,-1.1503963,16z


Ha habido algún caso donde me han dicho de ir a un polígono industrial, indicado la dirección y estaba tan perfectamente indicado que no he tenido que preguntar en absoluto. Según llegaba, bien indicadas todas las calles y luego todos los números. No todas las parcelas eran igual de grandes pero la numeración era correcta.

Y el caso extremo.... ir a un taller mecánico situado en el mismo polígono donde estaba trabajando y a solo dos manzanas de distancia y tenerles que llamar un par de veces para saber cómo se debía entrar en coche y qué giros había que hacer.


Benditos polígonos industriales


jueves, 30 de junio de 2016

El exceso de inventario también es despilfarro. Curiosa forma de reorientar una cuenta de gastos




El producto que se fabricaba traía de cabeza al responsable de logística.

Un palet de producto terminado y debidamente embalado con plástico pesaba de media casi una tonelada. Medidas estándares.

Esto tenía dos consecuencias:
- Por motivos de calidad, y sobretodo de seguridad, no se podían apilar los palets uno encima de otro. Las pocas veces que se había autorizado a hacerlo a dos alturas, el peso del palet superior había dejado una marca estética en algunos productos
- En un camión solo cabía "una altura" de palets. Un despilfarro increíble pues se transportaba aire. Entrarían unos veinte palets y con eso habías completado el peso neto autorizado.

** había un destino para el que el proveedor habitual de camiones hacía una reducción de precios pues después de cargar en la fábrica, acudía a cargar encima un producto muy voluminoso y ligero que tenía que llevar cerca de nuestro destino. O sea, aprovechaba para rellenar ese "aire" con un producto muy caro de transportar por el volumen que tenía y su bajo peso, pero que ya que tenía que ir regularmente allí, nos hacía precio especial a ambas empresas **



Dentro de la zona de almacén había unas estanterías a cinco alturas donde se podían meter palets por la parte delantera y sacar por la trasera al estar unas cadenas levemente inclinadas. Así, los palets nunca estaban encima unos de otros tocándose.

Sin embargo tenía un coste de mantenimiento considerable. Eran cadenas que sufrían mucho. El carretillero debía tener mucha pericia para elevar un palet a tanta altura y engancharlo en un sistema de cadenas para que deslizase por gravedad y se pudiera recoger desde el lado contrario.


Una vez, hubo tres problemas de producción y.... el problema venía en que los productos estaban en alguna de esas estanterías que se habían averiado y el plazo de respuesta de la empresa de mantenimiento no era inmediato. Se tuvo que cambiar el programa de producción perdiendo cualquier beneficio de lotes que se hubiera hecho al tiempo que el producto ahí quedaba fabricado y habría que retocarlo y revisarlo para ser enviado por el tiempo que pasaría desde la fecha de fabricación hasta la de expedición.

El director de la planta bajó a ver el problema con sus ojos y apreció que no solo había avería en esas tres localizaciones sino también en un puñado más de ubicaciones que estaban inutilizadas.
Lo siguiente que hizo fue pedirle un presupuesto de reparación de TODO, que no podía ser que una cosa reparada otra no, etc.... que quería saber cuánto costaba reparar TODO.

En una semana tenía el presupuesto. Era una pasta completa pero ahí estaba lo que suponía tener en condiciones todas las estanterías.


Respuesta del director de planta. Que tenía ese presupuesto para gastarlo en lo que quisiese durante ese año para poder trabajar más contra pedido y menos contra stock que se lo firmaría, pero que en quince días quería ver desaparecidas esas estanterías. Era una pasta lo que le pedían por ponerlas al día y a saber si a los dos meses avería nueva.

El dinero se metió en un centro de coste con el que se adquirió un ERP que gestionase el programa de salidas y las prioridades de fabricación de la última sección productiva. Se mantenía muchisimo menos stock y algunas veces hubo producción "lean" total. O sea, llegar el camión con algo de antelación, decirle cuándo podía ponerse en uno de los muelles de carga y, según salían los pedidos de la línea, el carretillero no los llevaba al almacén sino directamente al interior del camión sin ningún paso intermedio ni manipulación.


Eliminación de despilfarro.


martes, 28 de junio de 2016

Muy bonito todo pero.... ¿Me puedes enseñar el trastero?





Supongamos que tenemos una cena importante en casa, engalanamos el comedor, nos esmeramos con el menú, recibimos a los invitados con el máximo esmero y, según estamos con los aperitivos de forma informal y les preguntamos si quieren ver la casa nos dicen.... ¿Me puedes enseñar el trastero?.

Nos dejaría descolocados sin lugar a dudas. ¿Le íbamos a enseñar esas dos o tres estancias que teníamos impecables?.
Y lo importante.... ¿Qué tal tenemos el trastero?. ¿Medianamente ordenado o da miedo entrar?


Es un símil lo que he hecho.
En muchos entornos industriales siempre me he fijado en los alrededores, especialmente si se trataba de un proveedor que tenía que auditar.

Los alrededores dicen mucho, muchisimo acerca de la fábrica y su funcionamiento.

Podemos entrar y tener una recepción, la cuál podrá ser más modesta o más llamativa pero no dejará de ser una zona de atención al cliente donde se habrán esmerado.
Incluso lo tendrán preparado para que, las llamadas fuera del horario de oficina, se desvíen a otro sitio de la fábrica (por ejemplo recepción de camiones) que esté operativo y pueda recoger el recado e incluso avisar a algún responsable presente.

Ahora bien.... ¿Y si pedimos ir al almacén de repuestos de mantenimiento?. ¿O al taller de soldadura?. ¿O la zona de residuos peligrosos?.

Personalmente no espero encontrarme eso con suelos de mármol pero sí se ve muchisimo lo que hay. ¿Cómo está ordenado?. ¿Está limpio?, ¿Señalizado?

En las auditorías que he hecho a algunos proveedores siempre me ha gustado rodear la fábrica con el coche desde fuera antes de entrar. ¿Tienen material no conforme directamente en la calle?, ¿Contenedores?, ¿Residuos?. ¿Hay zonas donde apartan las cosas que no tienen ubicación?. A veces no se trata de lo que ves..... sino de lo que no ves (si hay algo que no ves allí pero existe en la fábrica significa que tendrá su sitio, más apropiado que en la parte trasera de la misma y a la intemperie).

Y.... reitero que es totalmente importante fijarse en todo.
Recuerdo una pequeña fábrica que fui donde hacían fresados y torneados de todo tipo. La fábrica se veía sucia por dentro. Era la primera impresión que daba.
Pasé al fondo, a unas oficinas sencillitas para hablar con el responsable y pedirle presupuesto. Un rato hablando, nos enseñó un ejemplo similar a lo que queríamos y me fijé en que sí, que aparentaría sucia pero:

- con la cantidad de aceite que manejaban, a ver quién la tenía limpia. Era un proceso industrial, no un quirófano esterilizado.
- la pequeña nave la tenían separada en dos partes y un pasillo en el centro desde la oficina hasta la puerta de entrada, el cuál haría de vía de evacuación. Estaba pintado de otro color (y un poco desgastado) pero no había absolutamente nada, nada, nada depositado en dicho pasillo. Lo habían respetado por completo.
- tenían instrucciones de trabajo y documentación varia junto a todas las máquinas. Las tenían dentro de fundas de plástico y estas en pequeñas carpetas. Nada limpio como digo.... pero totalmente presente.

A veces, como digo, es mucho lo que se ve detrás, y dice mucho lo que no se ve


jueves, 23 de junio de 2016

Mantenimiento preventivo..... la mejor solución a veces es la más barata




De las muchas pautas de mantenimiento preventivo voy a contar una que aplicaba a prácticamente todos los puestos de trabajo. Consistía en comprobar que ninguna "manguera" rozaba con el suelo.

Por "manguera" podemos interpretar lo que sea. Un cable eléctrico bastante grande, una toma neumática o incluso una manguera de agua (sí, útil cuando hay que pasar agua destilada de un sitio a otro de forma repetitiva).

Cualquier desgaste podía suponer, desde una perturbación en la producción hasta un fallo de calidad (algunos cables eléctricos enviaban datos que daban la validez a la operación).

Creo que no cabe la duda de que trabajar con una manguera que está rozando sistemáticamente el suelo.
Eran revisadas continuamente. A veces las situaciones de la zona de trabajo podían cambiar y, cuando tienes muchas, la puedes tener delante y no caer en la cuenta de que está rozando.

En muchos casos la opción elegida era la de sujetarlo por encima de las cabezas para que no rozase.
Si hacía falta que tuviera más movilidad se optaba por uno o más compensadores.

Con estas soluciones se llegaba a la mayoría de las soluciones, pero no a todas.

En algunos casos, siempre había alguna postura, algún punto donde acababa rozando de todas formas.

¿Qué hacer en ese caso?

Una segunda "camisa" adicional. Un trozo de plástico bastante duro que la envolviese. Se daba por bueno mientras lo que rozase fuese el suplemento que se había puesto

(y dad por seguro que antes de tendría que cambiar la instalación que desgastar el suplemento que se le había puesto por mucho que estuviera continuamente rozando)


A veces la solución más efectiva es la más barata. No hacía falta más de una manguera o un sistema complejo de compensadores. Seguían trabajando como siempre..... solo que la manguera iba sobreprotegida. Si no mirabas específicamente no te dabas cuenta

martes, 21 de junio de 2016

Lunes, martes, miércoles..... organizando turnos




Este ejemplo, no solo sirve para una fábrica, realmente vale para muchos tipos de negocios.

He visto muchas fábricas con turnos de mañana-tarde-noche y habitualmente trabajo de domingo noche a viernes tarde.

Paso a comentar los ejemplos más habituales y luego algunos casos especiales:

- Turnos rotatorios de noche-tarde-mañana-noche-tarde-mañana en semanas sucesivas
- Turnos rotatorios de noche-tarde-mañana pero estando dos semanas en cada turno
- Turnos rotatorios de noche-noche-tarde-mañana-mañana-tarde-  noche-noche-tarde-...
(si nos fijamos en este último, el cambio de la mañana a la noche lo "amortiguan" con una semana de tarde por medio. Está establecido qué turno le toca a cada equipo y simplemente usan la tarde de transición entre el madrugar y el trasnochar)

y en caaaaaaasi todos los casos, trabajo de domingo noche a viernes tarde
Solo conocí uno que lo hacían de lunes mañana a viernes noche. Allí habían llegado a ese acuerdo porque la semana productiva comenzaba con cuatro horas de limpieza y puesta a punto de la maquinaria y, al ser en ese horario, el departamento de mantenimiento tenía a su disposición la maquinaria durante esas cuatro horas con todo el personal disponible


Ahora vienen los casos excepcionales.

1- Necesidad de dar servicio lunes a domingo en horario de mañana y tarde.

Tres operarios que se turnaban de la siguiente manera: lunes a domingo de mañana. Descanso de Lunes a miércoles. Jueves a miércoles de tarde. Descanso de jueves a domingo.

Con esto descansaban tres días entre turnos de siete días productivos y luego cuatro incluyendo un fin de semana.
El servicio había que darlo los 365 días, independientemente de si era festivo o no. Si se tiene en cuenta que cada empleado disfrutaba de un mes de vacaciones (22 días dentro de ese calendario) y de los días laborables que hay para cada empleado sumado a un pequeño absentismo que podían tener por algunos permisos (pequeño pero había que tenerlo en cuenta), las cuentas salen de que requerían unas 30-50 jornadas adicionales que eran cubiertas por otra persona a modo de refuerzo.


2- Trabajo con menor relevancia en horario de tardes. 
Debido a costes energéticos, por las tardes casi no se trabajaba. Desde las 15 a 21 o 22, según temporadas, el coste de la electricidad era altisimo y decrecía bastante a partir de entonces. Los fines de semana era "hora valle".

Por ello se llegó al acuerdo de que el turno de mañana fuese de 6 a 15 y el de tarde de 15 a 22 (y el de noche de 22 a 6).
¿Por qué?. Si faltaba gente se iba a reforzar siempre el turno de mañana que era cuando había producción. Si había absentismo, picos de pedidos, etc, y alguien pedía cambiar el turno de la tarde a noche o mañana por motivos personales no se le iba a decir que no, sino todo lo contrario.
Obviamente, computaban las horas realmente trabajadas. O sea, si en el convenio salían mil ochocientas y pico horas, el que trabajase por la mañana sumaba nueve, el que trabajase por la tarde sumaba siete



2b- A lo anterior, además, ponerse de acuerdo para hacer jornadas de fines de semana de doce horas y así descansar en fines de semana alternos. De 6 a 18 o de 18 a 6.
Había un calendario para cuatro personas y se cubrían todos los turnos. Realmente lo suyo es que hubieran mantenido su turno pero.... cosas de tradiciones que tenían. Para poder librar un fin de semana alterno, los del turno de tarde libraban y las horas las cubrían los compañeros. Lo uno por lo otro.


3- Turnos de 6-3. O sea, seis días de trabajo, tres de descanso. En teoría sin interrupción en el calendario. En la práctica algunos equipos pactaban hacer un 7-2 para luego un 6-4. ¿Motivo?. Si el "cambio" coincide en domingo así uno de los equipos disfruta del fin de semana completo y el otro lo trabaja completo. A la siguiente permutarán y podrán salir fuera de su ciudad si lo desean.


Los ejemplos que he puesto son industriales pero se pueden aplicar a servicios tipo hospitales, bomberos y en algunas ocasiones, incluso comercio. Cada servicio requiere sus turnos y hay que amoldarse al tiempo que intentar disfrutar el tiempo que se tiene libre.








lunes, 20 de junio de 2016

Estandarización: "El más rápido del oeste"




He de reconocer que han sido pocas las auditorías donde no haya descubierto algo que me haya sorprendido a mí mismo (y por supuesto al auditor).

Esta anécdota que quería contar es sobre trabajo estandarizado.

La empresa trabajaba haciendo cálculos para ser cada vez más eficiente, eliminando despilfarros y todas las operaciones que no aportasen valor al producto.

Si el tiempo de ciclo era de 100 segundos, se calculaban las veces que tenía que abandonar la zona de trabajo para coger materiales o herramientas, las veces que tenía que rodear la línea de montaje y cualquier cosa que no aportase valor al mismo.
A partir de ahí, una secuencia única que debía ser respetada escrupulosamente. Es más, en algunos puestos de trabajo estaban tan medidos los tiempos que, de no respetarse, o se generaban defectos o no se cumplía con el ciclo.

En las auditorías internas, el cumplimiento de trabajo estandarizado era siempre auditado. Se elegían siempre varios puestos al azar y se corroboraba que el empleado cumplía toda la secuencia de montaje tal y como estaba detallado.... y con varios ciclos consecutivos.

Pues.... fue en uno de estos casos donde, tanto los que acompañábamos al auditor como el propio auditor levantamos las cejas que casi nos quedamos sin ellas.

El operario clarisimamente no seguía el método establecido. Sin embargo el auditor no dijo nada, no permitió a nadie acercarse y nos hizo quedarnos un rato más. Lo que sí que observó es que, tras cinco ciclos (ahí nos tuvo no sé cuántos minutos) había repetido las operaciones exactamente igual unas detrás de otras. Se había fijado en que, por ejemplo, tenía descrito que primero debía hacer una operación en la zona frontal del producto y lo que hacía era coger una herramienta para una parte lateral, etc..... pero es que esa secuencia que aplicaba él mismo la aplicaba siempre de forma sistemática.

Fue, después de estos cinco ciclos cuando pidió que alguien se pusiera en ese puesto de trabajo y quiso entrevistarle.

Le preguntó si hacía siempre el trabajo así. La respuesta del operario fue afirmativa.

Le preguntó si era conocedor que ese no era el trabajo que estaba descrito.
La respuesta del operario sorprendió a propios y extraños....

Dijo algo así como que.... sí, era conocedor que no cumplía con el trabajo estandarizado. Que había descubierto que, de esta manera, tardaba dos segundos menos en hacerlo y por eso lo hacía así.
Y efectivamente, todos los ciclos los hacía según "su método".

Ante la pregunta de por qué no lo había notificado, la respuesta del operario fue simple: cualquier notificación de ahorro serviría para que le pusieran más faena así que no había dicho nunca nada.


Dicho esto, el auditor decidió dar por bueno el trabajo estandarizado pues, aunque no era el descrito, era evidente que sí era estandarizado (el operario trabajaba siempre según un método único) y además más óptimo que el marcado.
Solo puso la reseña que no pondría una no conformidad a cambio de que se modificase el método de trabajo según el que seguía ese operario pues, después de mirar con tablas de métodos y tiempos, efetivamente ese operario tenía razón. Hasta los ordenadores, con todos los parámetros metidos, le daban la razón. Su método era más eficiente!!!!!







jueves, 16 de junio de 2016

El precio de la impuntualidad (3/3)



Esta vez.... no había impuntualidades.

Mi jefe convocaba una reunión donde debía acudir tanto yo mismo como el resto de compañeros. Todos habíamos recibido algún informe previamente que podríamos filtrar. Todos debíamos recabar determinada información. En otras palabras, con los deberes hechos previos a la reunión.

Las reuniones eran DE PIE. Había una pequeña mesa, a la altura de nuestro abdomen, donde poder apoyar papeles y poder escribir si era necesario.

Cada uno sabía a qué hora salir para llegar puntuales pero la puntualidad era bastante valorada.... no solo por el jefe sino por los compañeros también.

Las reuniones siempre empezaban con el apartado de seguridad. Cualquier información relacionada con ella se trataba al inicio (y por suerte, en la mayoría de ellas todos decíamos que nada que aportar y pasábamos al punto dos).

Íbamos todos con la información y muchas de las reuniones eran casi un calco de la del día anterior, solo cambiaban los datos y quizá alguna novedad que marcase la misma.

Todos teníamos interés tanto en compartir la máxima información necesaria (algunos datos que poníamos "sobre la mesa", sí sobre esa mesa para estar de pie... ;) ) eran importantes para nuestros objetivos, pero no deseábamos estar ahí toda la tarde.


Rápidas, eficientes y.... vuelta a nuestra unidad. De hablar de mil historias tendíamos otras ocasiones. Ahí íbamos a lo que íbamos.


miércoles, 15 de junio de 2016

El precio de la impuntualidad (2/3)



La secretaria del director de planta nos había citado a mí, a mis compañeros, mi jefe y algunos de otros departamentos (mantenimiento, ingeniería, etc....).
Llegamos lo antes posible a la puerta de su despacho y la secretaria nos pidió que esperásemos fuera sin hacer ruido pues estaba hablando por teléfono. Que cuando acabase nos atendería.

Pasa el tiempo y nos empezamos a impacientar. Al cuarto de hora ya estábamos comentando asuntos técnicos en voz baja. Que si cómo habías resuelto ese problema, que si cuándo tienes previsto meter un pedido concreto, que si se pueden hacer cambios organizativos para mejorar la capacidad de producción, etc....

Pasaba media hora desde que habíamos sido citados de forma "urgente" y uno de los compañeros se acercó a consultar a la secretaria. Obviamente ella no se había movido de la mesa, solo sabía con quién estaba hablando (su jefe directo) y no conocía el motivo de la llamada ni nada más, y ni mucho menos había entrado a su despacho para interrumpirle.

Seguimos hablando en voz baja entre compañeros un rato más con estos temas que siempre se quedan en el aire en las reuniones y, 45 minutos después, un compañero, que decía tener no sé cuántas cosas pendientes en el escritorio, dijo que se iba a su unidad y que volvería cuando fuese requerido. Se lo hizo saber a la secretaria y .... el resto, incluido nuestro jefe, fuimos detrás.

Pasaría algo más de un cuarto de hora y la secretaria nos llamó de nuevo para que volviéramos a acudir. Según llegábamos, nos invitaba a ir a una pequeña sala de reuniones que había al lado. Fuimos entrando con cuentagotas y, cuando entró el último, fue cuando apareció el director de planta.

Su cara era de pocos amigos.

Sí.... el primero en llegar "tarde" era él, pero mira por dónde, era el "jefe" de todo el cortijo y las pautas las ponía él.
Finamente digamos que nos transmitió su malestar porque hubiéramos abandonado la espera y que esperaba que no volviera a pasar.


¿Profundizamos un poco?. La llamada que había recibido era sobre un pedido que había sobre la mesa bastante importante. Un pedido que "podía salvar la temporada" o podía implicar un expediente de regulación de empleo.

Si fue el director de planta quien llegó tarde a esa reunión a la que fuimos convocados (para tratar sobre dicho pedido) o si fuimos nosotros quienes llegamos tarde por abandonar el sitio y volver posteriormente es hablar de quién fue antes, el huevo o la gallina.

Lo cierto es que a la cara de pocos amigos del director de planta por la llamada recibida (que había conseguido "salvar los trastos" por suerte) se sumaba el no tenernos a su disposición para empezar a trabajar de manera inmediata.

Lección aprendida!!!!!!.

No teníamos smartphones, no existían, pero desde entonces, cada vez que éramos citados a una reunión así, acudíamos con documentación suficiente, bien para leer, para repasar, escribir, cuaderno, etc.... y que ni un solo minuto de nuestra espera fuese desaprovechado de tal manera que todos seríamos "puntuales.


martes, 14 de junio de 2016

El precio de la impuntualidad (1/3)





Había sido citado a una reunión con muchos departamentos. Seríamos al menos 20-25 personas de diferentes departamentos los citados a una hora concreta en una sala concreta. Se nos iba a dar una información y la íbamos a tener que pasar a nuestros departamentos.

Lo fácil, claro está, hubiera sido enviar la información por correo electrónico y una explicación del mismo. Sin embargo, el directivo que la convocó quería tomarse las molestias de que todo estuviera claro, que no se dejase nada al azar. Fue el motivo de la reunión. El archivo se nos envió por correo electrónico al acabar, lo desplegamos a todos los que procedía y, lo que se evitaba era el "teléfono roto".  O sea, malas interpretaciones o erróneas que hicieran perder el tiempo o, aún peor, tomar un camino equivocado.

Llegué a la sala indicada con cinco minutos de antelación y papel y boli. El directivo estaba ya preparado desde hacía un rato con la presentación que nos iba a hacer. Fue llegando la gente con cuentagotas y, a la hora estipuladisima, se acercó a la puerta y la cerró con llave.

Acto seguido comenzó la reunión solo con los que estábamos presentes (aproximadamente el 70%). Pasó las transparencias orientadas hacia la situación actual, los objetivos, etc... y estaría cinco minutos hablando de las mismas.

Acabada esta parte, y según hablaba de la última parte, se acercó a la puerta, quitó la llave y la abrió de par en par.

La gente que estaba en la puerta entró uno detrás de otro ocupando los sitios que quedaban. El directivo no quiso atender las excusas que le planteaban por el retraso. Le importaba un pimiento si era por una causa de fuerza mayor, por finalizar bien un trabajo o por lo que fuese. Él había programado una reunión y esperaba que todo el mundo se la tomase con interés.

Todos los presentes (los puntuales y los que llegaron tarde) pudimos escuchar el resto de la presentación y, como estaba previsto, recibir el archivo. Sin embargo, en el "previo", los más rezagados se quedaron sin oír de propia voz del directivo su opinión.


¿Por qué?

Se trabaja bajo un sistema donde la puntualidad es importante. Donde si hay una pausa para ir al aseo en la cadena de producción, de 11:00 a 11:10, al que llega a las 11:10:30, ya está generando molestias y problemas a la empresa y además, son cuantificables.

¿Queremos un sistema en el que todo el mundo no hace más de ocho horas pero las ocho horas son totalmente eficaces?. Empecemos dando ejemplo.

El directivo en cuestión lo tuvo claro....
interés por la reunión = preparación con antelación contemplando incluso problemas de última hora.

¿Os suena?


lunes, 13 de junio de 2016

"Se entra a trabajar a las ocho" (o la hora que sea)




He puesto "se entra a trabajar a las ocho" por ser una hora muy común de entrada a trabajar en horarios de oficinas pero quien dice las ocho, puede decir ocho y media, nueve o incluso seis de la mañana (o dos de la tarde, o diez de la noche).

Si se entra a trabajar a esa hora.... un detalle que siempre he apreciado: imprescindible puntualidad. No valen excusas.

Cuando me "iniciaba" en los mundos de las factorías, hablaba de esos detalles con otra persona que trabajaba en la construcción.
Su comentario era que a alguno de sus jefes de obra los peones le volvían loco. Que, literalmente iban y se largaban a la hora que les daba la gana. Que a veces los tenías antes de las ocho, otras veces no llegaban hasta las diez porque habían tenido que hacer un recado y ya se quedarían luego a recuperar el tiempo. Que le importaban dos cosas. La primera, saber cuánta gente disponía en cada momento pues.... si solo tenía a dos personas les ponía a hacer cosas sueltas mientras que dejaba las tareas en las que requería contar con cinco o seis personas al mismo tiempo para coordinarse y trabajar juntos.
Y lo otro que le preocupaba, que al final de la semana, el parte de horas fuese de 40 entre unos días y otros.

Yo alucinaba.
Alucinaba porque estaba acostumbrado a ver entrar gente a las horas en punto, ni un minuto tarde, a trabajar ocho horas seguidas parando lo justito para almorzar. Nada de cosas copiosas o pausas prolongadas y productividad. Deseaban hacer lo encomendado y largarse lo antes posible con la sensación de un día con el trabajo cumplido.

Lógicamente todo sistema tiene su flexibilidad y, por supuesto, casos en los que corresponden permisos retribuidos, enfermedades o lo que sea y hay que amoldarse.
Y de la misma manera, todos los empleados tienen su vida personal con los imprevistos que puedan surgir y la necesidad de tener que pedir permiso para ausentarse por algún motivo concreto.

Pero la norma que imperaba era que todo el mundo a su hora y, quien no iba a estar, lo avisaba con la suficiente antelación...... y si alguien tenía un trámite de 9 a 9:30 en algún sitio, entraba a trabajar a las seis, se quedaba hasta las ocho y media trabajando y volvía a las diez. Que va buena parte de la jornada.

Acababa la jornada y, lo que es evidente es que, si hay una sola herramienta, solo puede estar una persona. Si acudía el compañero siguiente, el anterior se iba a su casa. Que para algo ya había madrugado, o comido pronto y "echado la tarde" o trasnochado o.....


El motivo de tanta puntualidad era evidente. Según procesos de fabricación, la ausencia de personal puede paralizar, no una sección entera sino una fábrica entera.
En el caso más "laxo" de que una persona esté encargada de hacer premontajes de piezas y haya stock intermedio, habrá mucha gente que dependa de la existencia de esos premontajes para poder seguir trabajando. Su ausencia o retraso merma el stock intermedio y, si es ajustado (recordemos que el exceso de inventario es uno de los motivos de despilfarro), puede paralizar al resto de compañeros.

Si se trabaja en un proceso en línea donde una persona coge varias piezas, las posiciona y coloca en un punto, otro las mete en una máquina y opera con ellas, otro.... y finalmente se embala, la ausencia de uno de ellos puede parar al resto..... y sale bastante, bastante caro tener a la plantilla parada por falta de una persona (o tenerla que reordenar con una pérdida de productividad considerable).


Por ello si se entraba a tal hora, a esa hora estaban todos en sus puestos. Se acostumbraba a llegar con un poquito de antelación. Había quien se llevaba la prensa, algo de fruta para comer o tomaban un café mientras el turno anterior acababa y, llegada la hora, se aseguraban que se hacía el relevo con perfección.



En el caso de oficinas, el hecho de estar tan próximo a un sistema que se trabajaba así hacía que se tuviera esa mentalidad.
Si se empezaba a las ocho, a las ocho menos cinco todos los ordenadores estaban encendidos, la gente abría programas ERP u otros internos, leía correos, etc.... y era muy extraño que alguien entrase a las ocho y un minuto.

Quizá el trabajo permitiese ser más flexible en horarios. Quizá permitiese ausentarse algún día con más facilidad y otro día prolongar la jornada pero por norma general, a las ocho y sin pestañear.


Había quién decía que era cuestión de imagen, de productividad, e incluso de respeto a los compañeros que sí entraban a esa hora.


Y..... como decía una conocida empresa de paquetería "las ocho son las ocho". No se admitían excusas de tráfico, atascos, aparcar, lluvia, etc...

Se estaba a las ocho. Si el tráfico era variable, a madrugar más u optar por usar transporte público.
Sabía de gente que residía lejos y se ponían de acuerdo entre cuatro para ir en coche hasta el primer sitio donde podían coger el transporte público y ahorrar costes.
Lo que quisieras..... pero tener lo-que-sea que hacer y hacerlo tarde, había que justificarlo.... y la meteorología, tráfico o demás no eran excusas. Si acaso, salir antes de casa.


Era una mentalidad donde..... a la hora convenida se empieza. A partir de ahí, productividad máxima.








viernes, 10 de junio de 2016

E.Goldratt (1947-2011). Autor de LA META (y otros libros). Teoría de las limitaciones



Estaba con las últimas asignaturas de la carrera cuando me dejaron el libro de La Meta, de Eliyahu Goldratt.

Me enganchó se semejante manera que me leí algunos de sus siguientes libros:
- Necesario, pero no suficiente
- No es cuestión de suerte
- El síndrome del pajar

Pero.... me voy a centrar en LA META.


Empiezo haciendo la misma pregunta que se plantea el protagonista de la novela y que un antiguo compañero le ayuda a resolver:

¿Cuál es la meta de una empresa?

¿Es fabricar el mayor número de productos posibles, tener la mejor calidad del mercado, tener a los clientes satisfechos, ser conocido por la clientela de medio mundo?.
¿Es comprar la mejor materia prima, la más barata, tener la mejor distribución de todas?
¿Sigo?

No es ninguna de esas.

Si repasamos, veremos que "gigantes más grandes han caído".

¿Ponemos un ejemplo de cada una de ellas?. ¿Alguien sabe de empresas que hayan expandido mercados, que fabriquen piezas como churros, que tengan una gran red comercial o .......... y que hayan ido a la quiebra?

Seguro que si pensamos, podemos poner más de un ejemplo, y además de sectores muy dispares. Desde manufactureros hasta bancarios, por ejemplo.

Gigantes más grandes han caído


Así que ninguna de esas es LA META


Entonces.... ¿Cuál es "la meta"?

Esa es la pregunta a la que se enfrenta el director de una fábrica (que por cierto, traducciones por medio, se llama igual que yo) y que le dan un margen de varios meses para darle la vuelta a los números de la empresa.
Tiene multitud de indicadores, rutas de piezas, tiene controlada la calidad pero algo falla cuando a la contabilidad no le salen los números. Tiene gente que entra a trabajar, se gestionan los problemas fácilmente, no hay conflictividad pero ahí no salen los números.

Debe tener clarisimo cuál es la meta porque ninguna de las cosas anteriores lo es y le amenaza un cierre de la fábrica.


Hago un paréntesis y solo digo que hay una anécdota en la que un cliente le llega en helicóptero y rápidamente consulta si hay alguna reclamación suya o algo parecido. Todos le dicen que no. Le sale a recibir y..... es que había conseguido reducir tiempos de plazo de forma drástica, tanto que se lo quería agradecer en persona (y aprovechando que iba con su helicóptero por allí.....)

La novela se mezcla con asuntos familiares.
Sí.... es triste pero ¿Sabéis que "los problemas nunca vienen solos"?


No. No voy a contar cuál es "la meta".

Solo decir que "la teoría de las limitaciones" que la descubrió esta persona y la plasma en esa novela así como otros cuantos conceptos deberían ser estudiados en algunas asignaturas.
Repasando mi propio CV (Ingeniería industrial en organización ind. y Máster en dirección de Producción), tan solo hay algunos conceptos que se han tenido en cuenta, principalmente en el máster.... pero nada totalmente.... de frente.


Y es un libro que, a todo ingeniero que esté terminando la carrera o la tenga reciente, le sugiero que lo tenga en su mesita de noche y todos los días lo lea un poquito, y una vez acabado, lo repase.


Luego que se meta con las siguientes partes y otras historias. Sigue una dinámica similar y simplemente teorías similares


PD. Para los que trabajáis con proyectos, uno de los libros está totalmente enfocados a reducir el tiempo de un proyecto. Aplica lo mismo que para una fábrica pero cambia flujos de fabricación por diagrama de Gantt. Eso sí, empezad por La Meta porque sienta las bases que luego desgranará en el resto de libros



Desde aquí, mi pequeño homenaje a este gran escritor.







jueves, 9 de junio de 2016

"calzando" la maquinaria. TPM contra desgastes y atascos




Este fin de semana pasado estaba en un restaurante de celebración familiar y aprecié un detalle..... la mesa donde estaba sentado se balanceaba. O las patas no eran perfectas, o estaban deformadas o las baldosas tenían alguna imperfección.

Algo que, en condiciones normales, te puede dar totalmente igual, pero cuando se trata de estar comiendo un rato largo, puede ser molesto.

Si fuese un restaurante de alta categoría, aparte de que me hubiera sorprendido que hubieran dejado eso al azar, me hubiera quejado, pero siendo un sitio relativamente sencillo.... me propuse buscar yo la solución rápida.
Tenían, al lado, la prensa y entre ellas, la revista dominical de uno de los periódicos. La cogí y la metí debajo de una de las patas de la mesa.

Comida tranquila, sin que se balancease la mesa como un barco en alta mar, durante el resto del tiempo.


Esto me hizo recordar un quebradero de cabeza que tenía mi compañero de mantenimiento con las máquinas.

El suelo se desgastaba mucho, mucho, muchisimo debido al ácido.

El departamento de servicios generales tenía una planificación quinquenal de tal manera que cada año, en verano, retiraban todas las máquinas de una zona y ponían una capa de suelo nueva quedando totalmente enrasada. Eso sí.... hasta dentro de cinco años nada.

Y durante esos cinco años el suelo se desgastaba poquito a poco pero de lo lindo al cabo de tanto tiempo.

Tener el suelo desgastado hacía que las máquinas no mantuvieran el mismo nivel. Bastaba medio centímetro para que se atascasen los productos y no circulasen por las cintas transportadoras correctamente, entre unas y otras, y un poco más para que se sobredesgastase alguna pieza.


Lo que hicieron fue poner todas las máquinas autoajustables. O sea, cada máquina tendría cuatro o más apoyos según su tamaño. No eran como si fuesen patas de mesa sino que en todas ellas había una rosca (como la que podemos ver en algunos muebles) para estirar más o menos según procediese.

Según el plan de mantenimiento, una vez al mes pasaban "el nivel" por todas las máquinas para saber los ajustes que debían hacer.

Era particularmente curioso ver algunas máquinas que se habían estirado bastante gracias a ese tope y rosca mientras que en las zonas en las que se había trabajado el verano anterior no había apenas nada de recorrido del tope.


Una medida que mezclaba obra civil, ingeniería y mantenimiento predictivo para evitar averías




miércoles, 8 de junio de 2016

"Jueves lardero", ... almorzando en una fábrica



La gente, como en prácticamente todos los sitios, se lleva su almuerzo (o merienda, o recena, según el horario que les toque) cuando se trata de jornada continua. Acostumbran a desayunar, comer o cenar pronto por motivos de horarios y hay una pequeña pausa.

Los almuerzos o meriendas.... en la mayoría de los casos nada del otro mundo. Sí te puedes encontrar casos especiales de alguien que trae frutas de su huerto y ofrece al resto, o que le han dado tal producto y lo comparte, etc.... pero a simple vista, nada de especial.

Por norma general solo eran especiales los almuerzos en "días especiales". Y casi siempre si tenían que ser en sábados, fines de semana en general, puentes o similar. Ahí, algo parecía que hacía que cambiase el chip, que la gente se volvía más gourmet y se podría hacer un repertorio de lo que eran capaces de llevarse y comerse en los quince minutos que disponían.

Pero al margen de esto, a priori, la diferencia con respecto a un edificio de oficinas era pequeña.


Lo que sí me llamaba la atención era la unidad productiva que tenía al lado, quienes los viernes por la tarde y algún otro día señalado en el calendario acostumbraban a comer de lo lindo las cosas más sutiles.
Se lo tenían bien montado. Habían preparado un par de planchas conectadas a un interruptor con un temporizador para que se encendiese quince minutos antes del momento del bocadillo. Dejaban la temperatura baja y en la pausa del café anterior aprovechaban para dejar todo preparado y a la hora que tocaba, todo en su punto.

Las raciones que llegué a ver ahí eran dignas de un concurso de mostrador de tapas o similar.

A mí.... me era indiferente lo que hicieran salvo por dos motivos. El primero, por lo que podía distraer a los míos. El segundo, sí, lo reconozco... por la envidia sana que daban con semejante almuerzo.


El caso es que una vez el gerente vino a mi unidad a ver un problema concreto y.... el problema estaba solucionado pero me hizo unas cuantas puntualizaciones de orden, de disciplina, etc... y en estas que me dice que a qué olía.

Yo le digo que no era en esa unidad sino en la de al lado y se olía desde allí..... y dice en tono un poco molesto que le fastidiaba que oliese toda la zona a "hamburguesas".

Con la debida prudencia le digo que no eran hamburguesas..... que era Jueves Lardero (*), y que se preparaban la merienda.

Se me queda mirando y creo que intentó contener la risa por la ocurrencia que tenían.... pero media vuelta y se fue.




(*) Jueves Lardero es el jueves anterior al Miércoles de Ceniza y que marca el inicio del carnaval. En mi región es muy típico merendar un "palmo de longaniza" ese día. Ya lo dice el refrán: "Jueves lardero, longaniza en el puchero".
Solo que, o alguno tenía un palmo de gigante o habían usado una regla mal calibrada para medir "el palmo" porque las raciones que habían puesto los de la unidad de al lado eran un tanto generosas.


Los de mi unidad, y yo mismo!!, también llevábamos nuestro bocadillo de longaniza, a cuál más grande. No faltábamos a la cita. Solo que venía preparado de casa.












martes, 7 de junio de 2016

La vida de todos los que te rodean (2/2)



En mi post anterior hablaba del interés a mostrar sobre la vida de los que te rodean y lo que implica trabajar en una fábrica con poco movimiento de personal y poca visibilidad hacia el público.

Ahora bien, ¿Y cuánto acababan sabiendo de mí?. Creo que no le sorprenderá a nadie que la vida de un responsable de una UAP pasa a ser casi pública..... pero lo que no sé es si se sabe hasta qué punto.

Recuerdo muchas anécdotas (y las que me esperan). Cuento algunas

- En un determinado supermercado, creo que al menos una vez al mes coincidía con un miembro del comité de empresa. Con el tiempo me enteré que vivía al lado, lo cuál tenía su lógica.

- Un día me dijeron, en cosa de media hora, al menos cinco personas, que tenía una luz fundida en el coche. Mi matrícula no les había pasado desapercibida el día anterior y se habían fijado hasta en ese detalle.

- ¿Hablaba en el post anterior de vacaciones?. Pues todos sabían dónde las pasaría. Incluso me encontré a alguna persona en una zona de playa próxima (aún recuerdo que uno me preguntó una vez estando en la playa que qué hacía por allí y entre risas le respondí que lo mismo que él..... o sea, ambos de vacaciones. En la misma semana igual le vi tres veces)

- Pero también irme a una zona rural bastante recóndita de vacaciones y a la vuelta preguntarme si había estado por esa zona pues creían haberme visto. Cierto, era yo por las fechas y lugar

- Ocasiones en las que he tenido que hacer memoria de dónde estaba a tal hora porque me habían visto. ¿A dónde iba?.....

Eso simplemente la parte pública de visibilidad a la gente.

Conté en un post anterior que casi coincidió hacer indefinidos a diez personas de la UAP con hacerme indefinido a mí por cuestión de fechas, y fui felicitado como uno más.

También tener una operación de un familiar bastante grave y preguntar, no solo al día siguiente sino un mes siguiente acerca de su recuperación.



Solo recuerdo, y de forma "triste" una anécdota. Eso sí, me hizo ver la fuerza que tenía la información y cómo corrían las noticias.
En una ocasión, lamentablemente, falleció un familiar directo. Por motivos de urgencia, solo pude notificárselo a mi jefe directo. Me ausenté los días del sepelio y, por coindicencias, al finalizar el mismo había un festivo y un fin de semana.
Para cuando me reincorporé al trabajo, el trauma de la pérdida familiar lo tenía olvidado. De hecho era algo que a nadie le gusta hablar, siendo reciente pero estando ya superado.
Sin embargo la noticia había corrido "como la pólvora" y fueron muchos, muchos, muchos los empleados que se acercaron para darme el pésame. Con los primeros me sorprendí por el tiempo que había pasado. Luego lo entendí.... aunque hubiera pasado tiempo no dejaba de ser el primer día que me veían.
Sabían de mi vida y una noticia así corre como la pólvora. No solo según pasaba y saludaba, todos los miembros de la UAP me dieron su pésame sino que gente de otras UAPs que conocía también lo hicieron, carretilleros, personal de calidad, miembros del comité de empresa, todos mis compañeros por descontado, compañeros de otros departamentos....


Me había tocado estar "en la otra parte", en recibir una llamada de "no voy a ir a trabajar porque ha fallecido X" y notificárselo a la plantilla para que le diesen el pésame a la vuelta. Aquí lo viví desde el otro lado. Yo lo había notificado, la noticia había sido pública y.... anda que si había corrido la noticia.
No era grato recordar una herida que tenía cerrada pero desde luego no era culpa de nadie que el sepelio hubiera sido poco antes de un puente. Si me hubieran visto por la calle seguro que lo habrían hecho entonces.
Pero sí es grato ver que, pese a las diferencias, pese a la frecuencia de trato (con algunos tenía muy poco trato y los veía muy ocasionalmente), era considerado como uno más con todos los respetos que se tenían entre ellos.


Yo también formaba parte de ese grupo de "la vida de los que te rodean".
Todos somos personas antes que nada.




lunes, 6 de junio de 2016

La vida de todos los que te rodean en el día a día (1/2)




A veces denomino una fábrica como una "burbuja" dado que la gente que hay es la misma día tras día y la relación con el exterior es pequeña. Alguna auditoría, alguna visita puntual pero desde luego, para un empleado que trabaja en una línea de montaje, a veces acaban siendo personas que pasan a poca distancia suya pero sin mayor relevancia.

Tanto es así que habitualmente los responsables de los almacenes de recepción y de expedición de materiales hablan con los conductores de camiones que llegan. Realmente, en una fábrica donde no acuden clientes sino que es una red comercial quien consigue pedidos y solo se reciben las características de los mismos para hacer el programa de producción, para los de almacenes, poder hablar con un camionero durante un ratito, conocer algo "de fuera" (a veces sabría lo justo de su idioma), conocer alguna anécdota, etc.... era lo que les sacaba de la rutina.

Sin embargo el resto, tan aislados como están del resto del mundo, tan integrados como están entre ellos. Encuentras gente de diferentes edades, muy dispares, de diferentes orígenes, que han llevado trayectorias dispares. Algunos más veteranos empezaron trabajando en el campo y les surgió la oportunidad de trabajar en una fábrica y ahí continúan. Otros más jóvenes encontraron ahí una posibilidad de estabilidad laboral y desean aprender bien "su oficio".

Lo sorprendente es que muchas veces hay conversaciones entre ellos "sin mirarse a la cara". Esto es, puede haber dos personas que están a cuatro metros una de la otra, cada una mirando el producto que viene, trabajando según el ciclo establecido y posiblemente hasta estén de espaldas el uno frente al otro. Sin embargo ello no es impedimento para que puedan hablar en voz alta y mantener una conversación entre ellos.... un poco extraño eso de no hablarse a la cara pero acostumbrados están.


Como responsable de la UAP, sí puedes dirigirte (y en ocasiones hay que hacerlo y a veces, fuera de la línea de montaje) a los operarios. Se pasa mucho tiempo al día con ellos. Por descontado hay que tratar con ellos muchas veces "de tú a tú".

¿Qué significa tratar de tú a tú?. Una sonrisa y un buenos días al verlos, día tras día. Que pasen un buen turno (incluso a esa persona que te está haciendo tambalear los objetivos y le tienes "en el punto de mira". Quizá ese sea el que más suerte necesite que le des).

Mientras observas las máquinas, las piezas, los procesos, interaccionan contigo y tú con ellos. Acabas aprendiendo la vida de todos ellos. En alguna ocasión preguntas a uno de ellos sobre las obras de la casa del pueblo. Sabes que tiene ya reformada la cocina y le falta pintar y una de las habitaciones. Sabes que otro se reserva un puente para hacer obras en su casa, te has enterado hasta qué tiendas ha visitado, ha ponderado y, quizá hasta te ha surgido de darle tu opinión personal pues conoces esas tiendas.

Hay otro que comenta que el fin de semana son las fiestas de su pueblo. El viernes ha quedado con los amigos y el sábado tiene comida.... que acabará a la hora de cenar por lo menos. Seguro que el lunes acapara buena parte de la conversación contando el fin de semana. Tan seguro que el año pasado hizo lo mismo por las mismas fechas y es que para él, se trata de una fecha señalada en el calendario.

¿Dónde se van de vacaciones?. Era una pregunta que, un mes antes de irnos de vacaciones se la hacía a todo el mundo y, quizá de las pocas preguntas que nadie rehusaba responder. Eso sí, respuestas de lo más variopintas. Había quién respondía que a ningún sitio. Quizá porque no coincidía con vacaciones con la mujer, quizá porque estaba acostumbrado a hacer algún viaje durante el año y pasar los días de verano en casa relajado y cambiando la rutina. Había agricultores que ocupaban esos días con labores agrícolas (para ellos acababa siendo un ocio, con el tiempo me enteré que la mayoría tenía muchas tierras pero que solo cultivaban las que podían atender en condiciones en su tiempo libre).
Las respuestas de irse a la playa, a algún sitio de montaña, al pueblo natal y visitar  a familiares estaba a la orden del día, solía ser la más reiterada. Y también estaba la de gente que se aventuraba e iba más lejos, en algún circuito organizado, por su cuenta, con la pareja, con un grupo de amigos.... hasta donde el dinero diese de sí.

Respuestas muchas pero ante la pregunta del destino y planes de vacaciones, todos respondían incluso con alegría.

Luego, lógicamente estaba la segunda parte: ¿Qué tal las vacaciones?. Y es una pregunta que hay que hacer a todos, a los que se han quedado en casa simplemente cambiando la rutina y olvidándose del reloj hasta los que han viajado millas y millas.


Había siempre algo más, alguno de los compañeros/as de mayor edad nos dice que va a ser abuelo en unos meses.... o de mayor alegría un empleado te dice que va a ser padre en unos meses. Y por supuesto, la de que una empleada te diga que va a ser madre (esto conlleva algunos quebraderos de cabeza por motivos médicos y ergonómicos pero..... creo que la alegría de la situación supera a las dificultades que atañen y que, con la debida planificación, todo se organiza).
Recuerdo la primera vez que una empleada me lo dijo. No era una empleada de mi UAP. Ese día yo estaba sustituyendo a un compañero que estaba ausente y gestionando mi UAP y la suya simultáneamente. Tanto mi compañero como todos los miembros de su UAP sabían la situación pero fuera de ella no era frecuente que las noticias personales corriesen con tanta rapidez.

El caso es que estaba mirando una máquina y uno de los jefes de equipo de esa UAP me dije que una operaria quería hablar conmigo (a falta de mi compañero, que era su jefe directo, con quien tenía que hablar era conmigo, lógicamente). Le dije que por supuesto, que se pusiera a hacer su trabajo durante el tiempo que fuese menester (protocolo habitual) y que viniera a verme.
La empleada me empezó a contar que si tenía que ir al médico de empresa, que si tenía que hacerle una valoración de puestos de trabajo, que estaba citada para tal hora, que....
y le interrumpo: ¿Tienes algún problema de salud?. Claro, tanta restricción y problema médico no era habitual.
La empleada no cayó en que yo no lo sabía: "es que estoy embarazada".
¡Ah...... pues lo primero de todo, enhorabuena!. Y le dí dos besos con una sonrisa en la boca. Era la primera vez que una empleada (aunque jerárquicamente no dependiese de mí y solo fuese de forma circunstancial) me lo decía.
Continué: Debías haber empezado por ahí, no sabía nada. ¿Cómo lo llevas?. Y, lo que iba a ser una breve notificación de los protocolos médicos que debía seguir (lógicamente los médicos iban a indicar qué operaciones no podría hacer estando embarazada y habría que ajustarse a ello), acabó en una conversación amena donde me contó que no tenía náuseas de momento, que no se sentía cansada pero se cuidaba bastante. Era el primer embarazo y de momento todo estaba yendo bien. Lo que era un mero protocolo de comunicación de "parte médico" acabó siendo una conversación de "tú a tú", donde yo mismo pude comentarle alguna situación que recordaba de otras personas que habían estado embarazadas y cómo lo habían llevado (ahí lo siento, la empatía llega hasta donde llega y, por motivos más que evidentes, no podía hablar en primera persona).
Pasaron semanas y, cada vez que pasaba por la zona y la veía, aprovechaba siempre para preguntarle qué tal le iba.... hasta que un día me dijo que esa semana sería su última semana de trabajo. Que el médico le iba a dar la baja con fecha del lunes siguiente y hasta después del parto y posterior baja maternal no se reincorporaría. Aproveché para desearle lo mejor y, meses después saber de ella.

Es algo que he considerado importante, saber la historia de cada uno. Lejos del "cotilleo", saber si alguno tiene problemas o tiene alegrías. Saber si su hijo está a punto de acabar los estudios, o si tiene interés en alguna afición concreta (con alguno he hablado de aficiones que compartíamos juntos) o....

Para acabar, una anécdota de una conversación que oí a mis espaldas y....reconozco que tuve que hacer esfuerzos para no reír a carcajada limpia.

Era sabido que un empleado se iba a casar en breve y estaba preparando su casa con su novia. El tema de conversación de qué tal lo llevaba ya era recurrente.
Un buen día, según pasaba por la zona donde trabajaba esa persona oigo que le preguntan: ¿Qué tal llevas las compras para el salón?. Y la respuesta fue..... "pues mal, porque ayer estuvimos mirando cortinas y sofá y no nos poníamos de acuerdo". Y una tercera persona le dijo (todo esto, yo a unos cuantos pasos oyendo todo)..... "mira que te lo tenemos dicho, que le dejes elegir a ella las cortinas que quiera pero que el sofá lo elijas tú, que seguro que alguna noche te toca pasarlo allí".
Risas generalizadas, y costaba mantener la seriedad ante esa ocurrencia.


Importantisimo.... saberse la vida de las personas con las que trabajas, las dificultades, las alegrías. Interesarse por ellas. No por hacer un expediente de ellos. No lo vas a necesitar. No vas a necesitar apuntar ninguno de los datos que te digan (¿O acaso vas a anotar los destinos vacacionales?). Sí vas a necesitar memoria. Saber que no solo hay que saludar con una sonrisa todos los días sino que a alguno hay que preguntarle (si alguien te pide permiso por una operación de un familiar, interesarse por cómo han ido las cosas a su retorno).