Supongamos que tenemos una cena importante en casa, engalanamos el comedor, nos esmeramos con el menú, recibimos a los invitados con el máximo esmero y, según estamos con los aperitivos de forma informal y les preguntamos si quieren ver la casa nos dicen.... ¿Me puedes enseñar el trastero?.
Nos dejaría descolocados sin lugar a dudas. ¿Le íbamos a enseñar esas dos o tres estancias que teníamos impecables?.
Y lo importante.... ¿Qué tal tenemos el trastero?. ¿Medianamente ordenado o da miedo entrar?
Es un símil lo que he hecho.
En muchos entornos industriales siempre me he fijado en los alrededores, especialmente si se trataba de un proveedor que tenía que auditar.
Los alrededores dicen mucho, muchisimo acerca de la fábrica y su funcionamiento.
Podemos entrar y tener una recepción, la cuál podrá ser más modesta o más llamativa pero no dejará de ser una zona de atención al cliente donde se habrán esmerado.
Incluso lo tendrán preparado para que, las llamadas fuera del horario de oficina, se desvíen a otro sitio de la fábrica (por ejemplo recepción de camiones) que esté operativo y pueda recoger el recado e incluso avisar a algún responsable presente.
Ahora bien.... ¿Y si pedimos ir al almacén de repuestos de mantenimiento?. ¿O al taller de soldadura?. ¿O la zona de residuos peligrosos?.
Personalmente no espero encontrarme eso con suelos de mármol pero sí se ve muchisimo lo que hay. ¿Cómo está ordenado?. ¿Está limpio?, ¿Señalizado?
En las auditorías que he hecho a algunos proveedores siempre me ha gustado rodear la fábrica con el coche desde fuera antes de entrar. ¿Tienen material no conforme directamente en la calle?, ¿Contenedores?, ¿Residuos?. ¿Hay zonas donde apartan las cosas que no tienen ubicación?. A veces no se trata de lo que ves..... sino de lo que no ves (si hay algo que no ves allí pero existe en la fábrica significa que tendrá su sitio, más apropiado que en la parte trasera de la misma y a la intemperie).
Y.... reitero que es totalmente importante fijarse en todo.
Recuerdo una pequeña fábrica que fui donde hacían fresados y torneados de todo tipo. La fábrica se veía sucia por dentro. Era la primera impresión que daba.
Pasé al fondo, a unas oficinas sencillitas para hablar con el responsable y pedirle presupuesto. Un rato hablando, nos enseñó un ejemplo similar a lo que queríamos y me fijé en que sí, que aparentaría sucia pero:
- con la cantidad de aceite que manejaban, a ver quién la tenía limpia. Era un proceso industrial, no un quirófano esterilizado.
- la pequeña nave la tenían separada en dos partes y un pasillo en el centro desde la oficina hasta la puerta de entrada, el cuál haría de vía de evacuación. Estaba pintado de otro color (y un poco desgastado) pero no había absolutamente nada, nada, nada depositado en dicho pasillo. Lo habían respetado por completo.
- tenían instrucciones de trabajo y documentación varia junto a todas las máquinas. Las tenían dentro de fundas de plástico y estas en pequeñas carpetas. Nada limpio como digo.... pero totalmente presente.
A veces, como digo, es mucho lo que se ve detrás, y dice mucho lo que no se ve
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