Lo reconozco.... el primer verano me cogió de pardillo pero aprendí bastante para el segundo y sucesivos.
Zona con bastantes operarios en el mundo rural, cada uno era de su localidad, bastante cercanas pero cada uno de la suya. La empresa trabajaba con cuarto turno y solo se consideraban los turnos de tarde y noche de la localidad donde estaba ubicada.
A partir de ahí, cada uno tenía sus compromisos, sus fiestas, lo que fuese.
A todos nos apetece irnos de fiestas, a ver el ambiente festivo que se crea en esos días de julio a septiembre en muchas localidades de interior donde estaba ubicada la fábrica y que era donde residían los empleados de la misma.
Que no puedas ir a una en concreta por obligación.... pues es como a quien trabaja de 9 a 18 y no puede ver ni la final del Open de Australia de tenis, ni las etapas ciclistas ni algún otro deporte entre semana. Hay lo que hay y lo primero es lo primero.
Pero que el día o los días festivos que cada uno tenía en su localidad tuviera que trabajar ya fastidiaba un poco más. Sí, es lógico y comprensible pero a todos nos ha pasado. A mí, por estar fuera de mi localidad, me ha tocado ir a clase o ir a trabajar (e incluso ambas cosas el mismo día) en días que todos los míos tenían festivo.... era lo que había. Yo sabía dónde me había metido.
Incluso por estar en el extranjero, fechas como el 12 de octubre, día de reyes y toda la semana santa, laborable
Y el caso extremo.... un amigo que se fue un año a Estambul y se pidió unos días de vacaciones para Navidad pues es laborable.
Pero... a lo que íbamos. Gente que trabaja a 10 km de la fábrica pero otra localidad. Son festejos en su pueblo y quiere disfrutarlos. Los amigos más directos habrán organizado alguna comida, en las calles habrá algún evento y.... no quiere perdérselos.
Como decía, el primer año pagué la novatada y el absentismo subía en esas fechas por causas surrealistas cuanto menos.
Pero algo aprendí al menos.... y fue el propio calendario festivo. Con un compañero de logística y otro de medioambiente, a más de una fiesta nos acercamos y, aunque solo fuese para salir de nuestro ambiente cotidiano, y bastante monótono en invierno, me aprendí que detrás de tal fiesta iba esta otra y luego esta otra. No las tenía en un calendario pero sí las tenía presentes.
Al verano siguiente, uno ya no era novato. Ya me sabía los grupos a los que pertenecía cada uno, las competiciones o actos en los que participaban, etc.... y poco a poco iba conociendo al personal. Simplemente escuchando, preguntando, o simplemente "enterándose", me sabía las fiestas completas y el programa de cada uno de ellos.
Algunas coincidían con días de mucho trabajo y... había lo que había. No ofrecía ningún problema por mi parte a que cambiasen el turno con otro compañero y poder acudir a algo que fuese de su interés.... pero que el puesto estuviera cubierto.
Y poco a poco, la lista que tenían los jefes de turno se iba llenando cada vez más. Una lista sencilla. Anotaban las fechas que permutaban, nombres, firmas y firmaba cualquiera de los jefes de turno dando el visto bueno. Era algo que les había delegado en ellos.
Pues.... un tal Ramón sabía que estaba en el equipo de fútbol de una competición de su pueblo que... casualmente se celebraba una tarde en la que le tocaba trabajar... y no había pedido cambiar el turno.
Ese tal Ramón no era la primera vez que inventaba alguna excusa para ausentarse, pero uno, como digo, pasaba de novato a veterano.
Y, tres días antes, pasando junto a su puesto de trabajo le saludé:
- ¿Qué tal Ramón, buenas tardes?
- Hola Buenas tardes
- ¿Qué tal va la tarde?. (blablabla, ya de paso me intereso a ver si hay algún problema en el proceso o algo que me pueda "salpicar")
-....
- oye, por cierto, ¿Sabes que me sorprende que aún no hayas encontrado a nadie para cambiar el turno para el día que tienes partido?. ¿De verdad que nadie te lo quiere cambiar?
(silencio largo)
(y simplemente me responde que estaba a la espera de que le dijesen algo)
Al día siguiente veo que ya había cambiado el turno.
¿Detalle relevante?. Lo había cambiado con alguien que, por defecto decía que sí. Vamos, que le daba igual trabajar en fin de semana, que entre semana, que por la mañana, tarde o noche. Era el "comodín" que usaban muchos.
De las personas que no tardan demasiado que digamos en entenderse con los compañeros
¿Qué significaba?, pues que ni lo había intentado y que alguna tendría en mente para faltar a trabajar pero al decirle que echaba en falta que no hubiera cambiado y que sabía que estaba en un equipo, no me valía el "me he puesto malo" o similar.
Conocer al personal.... y si hace falta, las fiestas de los pueblos, eventos y tradiciones también, que por ahí vienen algunas cosas intrínsecas de los mismos.
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