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Alejandro Serrano


Alejandro Serrano

jueves, 12 de mayo de 2016

Lo siento pero si te pica.... te arrascas






En una empresa todos los empleados que estábamos en la fábrica teníamos una camisa antiácido. Una camisa que si salpicaba ácido, se mancharía, quedaría muy sucia pero no lo traspasaría.

Realmente solo en una zona era totalmente necesario llevar antiácido (incluso se ofrecían manguitos de forma facultativa). En muchas zonas era simplemente una prenda más de trabajo, solo que por comodidad y ahorro de costes, se encargaban las mismas para toda la plantilla.
Yo la llevaba también, que si tenía que pasar por una zona concreta, el riesgo de que me salpicase era el mismo.... y aunque era ácido diluido (ya no hablo cuando entraba en la zona de ácido concentrado), pues era molesto.

En verano hacía tanto calor que, a pesar de la ventilación, eran muchos (¿todos quizá?) los operarios que se habían recortado alguna camisa y cosido de tal manera que quedasen de manga corta.
Yo también lo hacía. Lo reconozco. Pero tenía una camisa de manga larga siempre colgada al lado de la mesa para los días que tenía que entrar allí y podérmela poner (tenía un aseo muy cerca donde poderme cambiar). Y los días que intuía que iba a tener mucha faena allí, directamente manga larga desde el principio.

Y sí, hacía calor. Al echar ácido se desprendía hidrógeno en una reacción química que liberaba calor.
Un día por la tarde que estábamos a 40 grados le pedí al prevencionista que viniese a medir la temperatura ambiente en la zona de llenado de ácido. A medio metro la temperatura era de 65 grados y a partir de ahí iba bajando.... pero como se estropease esa máquina, el aire estaba a 65 grados y había que sufrirlos.

Pues sufriendo más o menos, los productos debían pasar por esa máquina igual que en invierno. Que el cliente no aceptaba retrasos ni mermas de calidad.


El caso es que.... un buen día se me planta un operario y me pide cambio de ubicación por lo que quedaba de jornada. 
Me sorprendo y le pregunto el motivo.
Pues que el día anterior se había salpicado mucho con el ácido, le picaba bastante ("a rabiar" como me definió) y era para que no le salpicase más.

Y digo que NO.... que a su puesto de trabajo.
Y me reitera que le pican mucho los brazos.

Y le recuerdo que la camisa que se le ha dado y que ha recortado (estaba en uno de los pocos sitios donde no se debía hacer) costaba más que cualquier camisa de una firma de lujo y que no era un capricho sino un motivo de seguridad. Y que mi obligación además era exigir que la llevase puesta.
Medio segundo de silencio.
Y que como llevaba camisa de manga corta, que fuese al vestuario y se pusiera una de manga larga pero que en diez minutos lo quería en ese puesto de trabajo. Que ya vería cómo con una de manga larga no habría problemas y no le picarían los brazos.

Y me dice que no tiene de manga larga en el vestuario, que las tiene en casa.

Pues fácil.... le acompaño al almacén y pido unos manguitos para él y que los lleve lo que queda de jornada.

La seguridad, lo primero. El ácido era diluido pero ocho horas con salpicaduras de ácido es como para ser más que molesto.
Las camisas eran caras, caras y no estaban por capricho precisamente.... 


Y si había estado un domingo (donde no le podía ver por estar ausente) con camisa de manga corta allí y al día siguiente le picaba..... pues lo dicho, si te pica..... te arracas, pero no vamos a cambiar la programación del turno completo porque no te da la gana usar los EPIs obligatorios.


Así de fácil.

Y todos a hacer su faena y cumplir con el programa de producción de una forma segura


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